Se discute sobre campamentos escolares en el Ayuntamiento de Madrid y la respuesta del equipo de José Luis Martínez Almeida es: corrupción del PSOE. Se discute sobre una operación urbanística en el Paseo de la Ermita y la respuesta es: corrupción del PSOE. Se discute sobre la programación de documentales sobre Palestina en el distrito de Hortaleza y la respuesta es… la misma.
El caso Cerdán-Ábalos-Koldo ha colonizado hasta el último foro municipal en la capital de España y “la banda del Peugeot” o “el dinero gastado en putas” son latiguillos que aparecen cuando uno menos lo espera. El tema lo airean el alcalde y su equipo en el pleno (Almeida lo sacó en sus cinco intervenciones este martes), y también en las reuniones técnicas o en los plenos de los distritos, encuentros a los que apenas asiste público y que son seguidos online por solo unas cuantas decenas de personas. El portavoz municipal del PP, Carlos Izquierdo, defiende que los políticos municipales deben hablar de lo que está en boca de la ciudadanía: “Es el tema estrella”.
La estrategia no es nueva. Los políticos de la oposición de izquierdas llevan tiempo quejándose de que Almeida y sus concejales esquivan el control de su gestión contestando con temas de política nacional. Tras el estallido de la crisis en el PSOE, el 12 de junio, se han multiplicado los ejemplos y han subido los decibelios. Hay también un factor psicológico en juego. El grupo de Almeida sabe que el tema desespera a sus contrincantes.
La carta de la corrupción sirve contra preguntas incómodas. El miércoles pasado, la delegada de Cultura del Gobierno municipal, Marta Rivera de la Cruz, respondía a la oposición en la comisión dedicada a este área, que se reúne mensualmente. En su turno, el concejal del PSOE Jorge Donaire la acusó de faltar el respeto a las familias de dos hijos predilectos de Madrid asociados a la izquierda, el urbanista Arturo Soria y la sufragista Clara Campoamor, cuyos nombramientos fueron aprobados por el pleno en 2021 y 2022 pero no fueron seguidos por el obligatorio acto solemne.
Rivera de la Cruz argumentó que su área no es competente para el homenaje y luego arremetió con una alusión velada al tema de la corrupción: “A lo mejor la falta de respeto es suya, que a lo mejor traen aquí este tema hoy para tapar otras vergüenzas que tienen ustedes en su casa”.
El escándalo del PSOE también ha aparecido en la reunión mensual sobre Políticas Sociales. La concejala socialista María Caso reprochaba el lunes de la semana pasada que el Ayuntamiento no destine ni un euro a Gaza dentro del 0,15% del presupuesto para cooperación internacional. El delegado de esta área, José Fernández, inició su respuesta diciendo que al PSOE, al igual que a los “pagafantas” de Más Madrid no les interesan las víctimas de otras crisis y citó Yemen, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, República Democrática del Congo, Siria, Haití, Afganistán, Chad, Mali, Níger y Ucrania.
Aseguró, en contra de lo que decía la concejala socialista, que Madrid es la tercera ciudad más solidaria de Europa y, como si fuera el Pisuerga, le recordó los audios sobre las prostitutas.
“Usted está mintiendo, entonces ya está bien. No nos van a deshumanizar, se lo digo y lo repetiré mil veces a la izquierda”, le dijo. “Y Señora Caso, la vuelvo a mirar a los ojos, por ética democrática y ante las audiciones pornográficas del señor Cerdán, del señor Koldo y del señor Ábalos en ese ataque a las mujeres y estando…”
Los miembros del PSOE protestaron y la presidenta, del PP, pidió silencio.
“…me veo obligado a pedir a la izquierda, a los pagafantas de Más Madrid y al Partido Socialista, que condenen esas declaraciones nauseabundas y pornográficas en donde se utiliza mercantilmente a las mujeres”, continuó. Y remachó: “Es lo que tienen que hacer y dejen de ser unos hipócritas”.
Las broncas en las comisiones de la semana pasada a cuenta del escándalo en el PSOE fueron tan virulentas que en la de Vicealcaldía y Seguridad se levantaron los representantes de Más Madrid.
Como en los otros ejemplos, la riña estalló cuando hablaban de un asunto inconexo. Más Madrid se había quejado de que miembros del PP usen estas comisiones para preguntar a la vicealcaldesa, Inma Sanz, una práctica que consideran propagandística y que se había producido en la sesión anterior.
La vicealcaldesa contestó que el reglamento permite esas autopreguntas y que se hacen en los parlamentos regionales o el Congreso de los Diputados. Ipso facto, contraatacó. “Hágame muchas más preguntas como esta, tan incisivas”, se mofó. “Donde no han sido tan incisivos es en el Gobierno del cual forman parte, son costaleros o pagafantas, y ahí en ese Consejo de Ministros ustedes no se han atrevido a hacer preguntas incisivas, no por incumplir el reglamento, sino por incumplir la mitad del Código Penal de este país”.
“Lo que se investiga es una organización criminal, la banda del Peugeot, que no se corrompió mientras gobernaba, sino que llegó corrupta al Gobierno”, continuó, y provocó la indignación de Más Madrid cuando añadió: “como ustedes no han llevado esas preguntas tan incisivas al Consejo de Ministros, ni al Congreso, lo que tenemos que entender es que son parte de ese caos y de esa corrupción”.
—¿Nos ha llamado corruptos?, inquirió el concejal Miguel Montejo, de ese grupo, a la vicealcaldesa antes de irse.
Otro espacio donde se ha colado el escándalo del PSOE son los plenos mensuales de los 21 distritos de la capital. Aún no están listas en la web las transmisiones de los cuatro celebrados la semana pasada, pero fuentes del PSOE y Más Madrid indican que este asunto ha sido explotado también en algunos de esos espacios.
En Hortaleza, distrito del noreste donde viven 210.000 personas, se debatía una propuesta del PSOE para proyectar en los centros culturales una serie de documentales sobre Israel y Palestina, entre ellas la oscarizada No Other Land. Dos fuentes presentes indican que el concejal del PP echó en cara al vocal socialista que se preocupara por problemas en el extranjero “con lo que tiene aquí Pedro Sánchez”. Otro vocal del PP juntó las muñecas haciendo el gesto de llevar esposas.
No es la primera vez, dicen fuentes de la izquierda. El PP ya había recurrido en numerosas ocasiones al caso Koldo y a la política nacional en otros plenos de distritos antes de esta crisis en el PSOE.
“Es nuestra obligación”
El PP plantea este asunto como un deber. “Es de lo que quieren hablar los madrileños”, le dice a este diario el portavoz, Izquierdo. “Es lo que nos piden que hablemos los madrileños y es nuestra obligación. El Partido Socialista lo que tiene que hacer es responder y no callarse”. Izquierdo recalca que esto está pasando en “la mayoría de municipios” así como en la Asamblea regional y el Congreso de los Diputados.
También Vox alienta la estrategia. En el pleno de este martes propusieron que Pedro Sánchez dimita y colabore con la justicia. La moción salió con el voto de ese partido y del PP.
El PSOE responde que este asedio lo han experimentado antes con la amnistía o el apagón. “Estamos acostumbrados a que por parte del PP o del equipo de gobierno municipal se nos insulte gravemente”, dicen fuentes socialistas. “Aplican constantemente la doctrina Aznar de ‘el que pueda hacer, que haga’, aunque sea en detrimento de los intereses de los vecinos”.
La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, acusa a Almeida y su equipo de comportarse como “hooligans” y recuerda, en declaraciones a este diario, los escándalos que han afectado al PP. “Cualquiera que haya seguido la política municipal durante los últimos diez años sabe que el Almeida de ahora es el mismo Almeida que hacía una oposición macarra y faltona durante nuestro gobierno”.
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