El argentino Gustavo Cabral, zaguero del Pachuca, quedó involucrado en un incidente que puede tener consecuencias graves para él, tras la derrota de los Tuzos, 3 a 1 ante el Real Madrid, por la segunda fecha del Mundial de Clubes. Tuvo una fuerte discusión con Antonio Rudiger, futbolista del Merengue, y el referí brasileño Ramón Abatti activo el protocolo anti racismo, el gesto de cruzar los brazos.
La pica había comenzado en el tiempo de descuento por un manotazo del ex River y Racing contra el alemán, de un posible penal. Camino a vestuarios se produjo el cruce verbal. Algo le dijo el argentino que provocó la reacción de Rüdiger. Según parte de la prensa española, la frase fue: “Negro de mierda”. La respuesta de Rudiger: “Me lo dices dentro, vamos para allá si te atreves…”.
Fue entonces que intervino Abatti para separar. El alemán siguió muy nervioso y tuvo que ser retirado por integrantes de la delegación del Real Madrid. Esto, mientras seguía reprochando a Cabral, a los gritos.
El venezolano Salomón Rondón, ex River, fue uno de los que se acercó para hablar y tratar de calmar a Rudiger.
Antonio Rudiger, do Real Madrid e Gustavo Cabral, do Pachuca, se desentenderam no final do jogo.
O zagueiro alemão alegou ofensas racistas por parte do atleta da equipe mexicana.
🎥 Joel del Río/Marcapic.twitter.com/hLe0pPJntj
— Goleada Info (@goleada_info) June 22, 2025
Xabi Alonso, en la conferencia de prensa post partido, confirmó que hubo agravio de Cabral a Rudiger. “Nos lo ha dicho Antonio y se va a activar el protocolo. Se está investigando. Son cosas que no deben pasar en un partido así y en ninguna parte. El equipo está con él”, afirmó el DT.
El argentino negó contundentemente un insulto racista. Aseguró que la frase que le dijo a Rudiger fue “cagón de mierda”. Y argumentó que es muy normal en el país. “Nada más que eso”, sostuvo, y aseguró que no espera sanción.
Es la indicación para todos de que se denunció o se produjo una situación de racismo, algo que implementó la FIFA luego de un congreso en Tailandia. El referí puede suspender temporalmente o definitivamente el partido, lo cual no habría sido posible en este caso, con el juego terminado.
Todo dependerá del informe de Abatti o si se puede demostrar el agravio de Cabral. Si el argentino, de 39 años, niega todo y no hay lectura de labios que demuestre la frase, la FIFA no podría aplicar sanciones.