En un comunicado oficial, publicado a las 15.30 horas, el gobierno de Brasil señaló que “condena con vehemencia” los ataques de la noche del sábado realizados por Estados Unidos a las instalaciones nucleares de Irán. Advirtió también que rechaza anteriores acciones israelíes con las centrales atómicas iraníes. Expresa, además, “su grave preocupación con la escalada militar en Oriente Medio”; y advierte que promover tales ofensivas implican una “violación del derecho internacional y de la soberanía de Irán”.
Javier Milei celebró la ofensiva de Estados Unidos contra Irán
Los bombardeos realizados anoche por aviones norteamericanos en plantas nucleares críticas como Fordow, Natanz e Isfahan, implican “una flagrante transgresión de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA)”, según el Ejecutivo brasileño. Afirma, luego, que bombardear centrales de ese tipo “amenazan la vida y la salud de civiles, debido al riesgo de contaminación radioactiva y de desastres ambientales”.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
El gobierno del presidente Lula da Silva defiende, además, “el uso de la energía nuclear con fines exclusivamente pacíficos y rechaza con firmeza cualquier forma de proliferación nuclear, especialmente en las regiones marcadas por la inestabilidad geopolítica, como Medio Oriente”.
Para Brasil, es urgente la “solución diplomática que interrumpa este ciclo de violencia y abra una oportunidad para las negociaciones de paz˝. Precisó, también, que puede haber “daños irreversibles para la paz y la estabilidad en la región y en el mundo, al tiempo que podrá perjudicar el régimen de no proliferación y desarmamiento nuclear”
Irán amenaza con el cierre del estrecho de Ormuz, clave para la ruta del petróleo a nivel mundial
La operación norteamericana, deflagrada por el presidente Donald Trump sin el acuerdo del Congreso, ocurre una semana después del asalto iniciado por Israel contra Teherán. Desde entonces, representantes del propio partido Republicano se han manifestado absolutamente contrarios a la participación de su país en esta guerra.
Los riesgos para Washington son enormes, especialmente porque cuenta con la presencia en distintas bases de la región de 40.000 soldados americanos. Justamente, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, acaba de señalar que EE.UU. “cruzó una línea roja muy grande” y el gobierno iraní advirtió que habrá una clara respuesta “en base al derecho a la defensa nacional”.
