Después del atentado a bala que sufrió el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el sábado por la tarde en el occidente de Bogotá, en Colombia se desataron dos cosas: el temor y una lluvia de preguntas y dudas. La angustia y el miedo fueron patentes mientras duró el traslado de Uribe, primero a un hospital de Fontibón, cerca del lugar del ataque, y luego a la Fundación Santa Fe de Bogotá, en el norte de la ciudad. Allí llegaron simpatizantes a mostrar su respaldo al senador, sometido pronto a una delicada cirugía de urgencia. Las dudas, por su parte, han crecido con el paso de las horas. Algunas se han resuelto; otras permanecen pendientes. A continuación, un resumen hasta la noche del domingo.
Lo que se sabe del atentado
Se sabe que el ataque, que hirió a Uribe Turbay en la cabeza, fue perpetrado por un sicario de 15 años, cuya identidad permanece en reserva. Después de disparar a un par de metros del candidato, que daba un discurso en un parque del barrio Modelia, el joven empezó a ser perseguido por los guardaespaldas del senador y fue herido en una pierna. Incapaz de seguir huyendo, fue capturado por la Policía y trasladado a la Clínica Colombia para ser atendido. El sicario usó un arma Glock, un tipo de pistola semiautomática que permite hacer varios disparos en muy pocos instantes.
Tras el atentado, en el que Uribe Turbay perdió mucha sangre, el senador fue remitido a la clínica Medicentro, en Fontibón, y por la noche a la Fundación Santa Fe. Allí fue sometido a una operación liderada por el médico Fernando Hakim, jefe del departamento de Neurocirugía de ese centro médico y una autoridad en ese ramo con más de 30 años de experiencia. También fue operado de una herida en el muslo izquierdo. Tras las intervenciones, que fueron exitosas, Uribe Turbay fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos para su estabilización. No obstante, según el centro médico, su estado todavía “reviste la máxima gravedad”.
Lo que aún no se sabe
Muchos otros detalles del atentado, quizá los que más especulaciones han suscitado, permanecen en incógnita. Las autoridades han anunciado una investigación para identificar a los instigadores del ataque, de quienes no se tiene ningún tipo de información. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, indicó que la operación para ello no se detendrá y que “no habrá espacio para la impunidad”. También anunció que hay una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos para quien dé información que sirva para localizar a los responsables del atentado.
Tampoco se ha hecho pública ninguna hipótesis de las autoridades sobre la planeación y ejecución del atentado. A raíz del ataque, las autoridades han dispuesto sus capacidades para garantizar la seguridad del senador Uribe, de su familia, y también del sicario que atentó contra su vid. También han ordenado extremar las medidas de seguridad para todas las personas que intervengan en política pública, “especialmente a quienes tengan ideas o posiciones diferentes” a las del Gobierno.
