El partido que el equipo femenino de vóleibol de Boca la ganó 3 a 0 a San Gregorio el viernes a la noche en La Casa del Vóley de Villa Soldati por la primera fecha de la zona B de la Copa Alcides Márquez tuvo un valor especial para las Guerreras. No tanto por la previsible victoria con parciales 25-12, 25-17 y 25-6, sino por el regreso de María de la Paz Corbalán apenas 130 días después de haberse sometido a una compleja operación cerebral.
En diciembre pasado, luego de la final del Torneo Metropolitano que Boca perdió ante Gimnasia y Esgrima La Plata, a la opuesta tucumana, quien convivía con fuertes dolores de cabeza, le fue detectado un cavernoma, una malformación vascular en el cerebro bastante poco frecuente (estas patologías constituyen solo el 5% de las malformaciones vasculares) que puede provocar convulsiones, parálisis, debilidad, entumecimiento de brazos o piernas, pérdida visual, déficit de memoria, deterioro del habla o dificultades de coordinación.
“Me dijeron que lo tenía desde que nací y que lo malo que podía pasar era que sangrara y me agarraran convulsiones”, contó Chuchi en una entrevista publicada en Página/12 en marzo. La jugadora de 26 años podría haber evitado pasar por el quirófano, pero eso la hubiese obligado a abandonar la práctica competitiva del vóleibol. Optó por operarse el 27 de enero en el Sanatorio FLENI. “Nunca fui consciente de lo que significaba la operación, solo quería volver a jugar”, aseguró.
Tras la intervención, que le dejó una sutura de 23 puntos en la cabeza, la tucumana inició un intenso proceso de recuperación que le permitió reintegrarse al conjunto dirigido por Eduardo Allona y, este viernes, volver a pisar una cancha con su camiseta número 17. “En el club se portaron de maravillas conmigo y se hicieron cargo de todo. Me tocó atravesar la situación más difícil de mi vida en el mejor lugar posible”, valoró la opuesta.
Unas horas antes del encuentro frente a San Gregorio en La Casa del Voley, el club presidido por Juan Román Riquelme había publicado en sus cuentas en las distintas redes sociales un video de bienvenida para la jugadora, en el que participaron compañeras, excompañeras, integrantes del cuerpo técnico, trabajadores del club, familiares y amigos.
Hija de un padre y una madre voleibolistas, Corbalán nació en San Miguel de Tucumán y comenzó a practicar el deporte en el club Fundarte de la capital provincial. Luego se desempeñó seis meses en Sociedad Española de San Salvador de Jujuy y, a los 17 años, se mudó a La Plata para jugar en Banco Provincia. En 2018 pasó a Boca, el club con el que ha ganado cuatro ediciones de la Liga Femenina.
En la temporada 2023/24, la tucumana cruzó el Océano Atlántico para experimentar en el vóleibol europeo. Allí se desempeñó primero en el Arenal Emevé de Lugo, que compite en la Superliga de España, y luego en el Clube Kairós, de la primera división del vóleibol portugués. A mediados del año pasado, regresó a Boca.
Corbalán también tiene una sólida experiencia en los seleccionados nacionales, a los que comenzó a ser convocada cuando tenía 15 años. Con el combinado mayor disputó varios torneos, entre ellos el de los Juegos Suramericanos Asunción 2022 y el de los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023.